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viernes, 23 de septiembre de 2016

Acondicionar tu casa para el invierno

No hay un sistema de calefacción mejor que otro, pero sí hay algunos más o menos adecuados para nuestras casas según sean éstas y en función de nuestras necesidades.

Ante la llegada de la nueva estación fría, os damos las principales pautas para elegir bien el sistema de calefacción de forma que genere calor y ayude a mantener la temperatura óptima, haciendo cálida y confortable la vida en casa durante este periodo.

Al mismo tiempo, tan importante como generarlo, es mantener el calor. Para conseguirlo, destacamos La importancia de un buen aislamiento. Un gesto que además de evitar que el calor se escape, ayuda al ahorro en el consumo energético del hogar.


Elegir el sistema de calefacción más apropiado para cada estilo y tipo de vivienda depende de múltiples factores, además de los hábitos de vida y los gustos personales.
  • El tipo de vivienda. Es importante valorar si la vivienda es principal o secundaria, cuantas estancias necesitas calentar y durante cuánto va a estar en funcionamiento la calefacción para encontrar el sistema que más se ajuste a sus necesidades: caldera de gas, suelo radiante eléctrico, radiadores, estufas, chimeneas, etc.
  • El nivel de aislamiento de la vivienda. Una casa bien aislada es más confortable y ayuda a reducir el consumo energético y el gasto en las facturas de electricidad y gas ya que puede llegar a gastar hasta la mitad de energía que una mal aislada. Para aislarla correctamente, es necesario elegir el tipo de material y el espesor más adecuado que dependerá tanto de la zona climática (interior, costa, etc.) como la orientación (norte, sur, etc.) y de las características constructivas de la casa.
  • La potencia necesaria para calentar una estancia. Mediante un cálculo, se puede conocer la potencia en Kw que se necesita para calentar una habitación. Hay que calcular el volumen de la habitación (volumen = superficie*altura). Este resultado multiplicarlo por un coeficiente fijo determinado según la zona dónde se encuentre la vivienda y su grado de aislamiento. Este resultado se obtiene en kilocalorías por hora (Kcal/h) que necesita la estancia. Por último, para obtener la potencia en kilovatios (Kw), hay que dividir las Kal/h por 860.

Principales sistema de calefacción

  • Sistemas de fuego. Estos sistemas transmiten sensación de calidez y confort. En el mercado es posible encontrar una amplia gama de opciones de hogares abiertos, hogares de hierro fundido, inserts de hierro fundido (conocidos como cassetes o insertables) y estufas.

  • Sistemas de gas o parafina. La calefacción central con caldera de gas, es uno de los sistemas mas extendidos, por ser económico y seguro. A estos centralizados compuestos por una caldera central y radiadores de hierro, chapa de acero o aliminio; se unen las soluciones móviles (estufas de gas o de parafina), cuyo bajo coste en combustible las convierte en productos de gran popularidad.

  • Sistemas eléctricos. Son sencillos de instalar, cada vez mas silenciosos y sus últimos modelos se han convertido en una pieza más de la decoración. Se puede optar por una solución fija, ya sean con radiadores, equipos de climatización con bomba de calor o una chimenea que evoca la calidez del fuego.

  • Controlar la temperatura. Conocer las variaciones de temperatura en el interior de la casa y en su entorno para poder actuar sobre ella y ayudar a controlar el gasto energético contribuyendo a mejorar el nivel de bienestar en el hogar. Los crono-termostatos, las estaciones meteorológicas y los programadores son los aliados perfectos para hacer seguimiento y ajustar temperatura y humedad relativa. También es importante observar otras variables como la calidad del aire, la intensidad de los rayos UVA en el exterior o la previsión meteorológica. 


lunes, 19 de septiembre de 2016

Tratamiento del agua

¿En qué consiste el tratamiento del agua?

Para llevar a cabo un tratamiento del agua en tu propia casa debes tener algunas nociones previas sobre las posibilidades que existen:

  • Tratamiento de Descalcificación: el agua natural lleva componentes como el calcio y el magnesio que, en cantidades elevadas, provocan que el agua tenga sabor. Los encargados de eliminar el calcio y el magnesio del agua son los descalcificadores. Estos aparatos funcionan mediante resinas intercambiadores de iones, que tienen por objeto la sustitución del calcio y magnesio del agua por sodio. De esta forma, se obtienen sales que no se incrustan en las tuberías y que resultan beneficiosas para la salud. Es ideal para mantener en buen estado los electrodomésticos como la caldera, el lavavajillas, la lavadora, etc.
  • Tratamiento de Filtración: este proceso consiste en separar los componentes minerales en suspensión de un líquido mediante un objeto poroso que retenga los elementos que deben ser retirados del agua. Podemos encontrar una gran variedad de filtros que abarcan desde mecanismos más complejos a sistemas mucho más sencillos y su elección deberá depender de la dureza del agua a tratar. Los más sencillos como las jarras con filtro son ideales para eliminar impurezas del agua que se va a consumir. Otros más complejos, colocados en la toma de agua, abarcan un espectro más amplio del recorrido del agua y previenen, además, otros problemas derivados del exceso de cal y sedimentos.
  • Tratamiento de Ultra-filtración: la principal ventaja de este sistema es la eliminación completa de los virus, bacterias y exceso de sales minerales. Asimismo, acaba con el olor y el sabor. Requiere un uso más continuado ya que una vez lo instalemos, la membrana tiene un periodo mínimo de un año de utilización. Dependiendo del lugar en el que lo situemos o del tipo de agua que vayamos a tratar, puede que este sistema de ultra-filtración requiera de algún tratamiento adicional que preserve las membranas que filtran las sustancias del agua.

  • Tratamiento por Ósmosis: a grandes rasgos, la ósmosis inversa es un sistema de depuración del agua que mediante una membrana semipermeable retiene prácticamente todas las impurezas que pueda contener el agua. Es el proceso más eficaz de los sistemas de tratamiento del agua. Lleva a cabo una desalinización absoluta y la eliminación de bacterias, olor y sabor con lo que se preserva la calidad del agua que se consume y también previene de los inconvenientes que causan los sedimentos en el sistema de tuberías.

¿Cuál es la tipología del agua?


Es conveniente que conozcas los tipos de agua que existen dependiendo de regiones y cuál es el que predomina en tu lugar de residencia:
  • Agua blanda o media: baja concentración de minerales.
  • Agua dura y muy dura: agua cargada de minerales y sedimentos.

¿Cómo conocer la calidad del agua que consumes?


Puedes hacerlo realizando algunos test de dureza o utilizando analizadores de pureza. Con un kit analizador de la pureza del agua es tan sencillo como recoger una muestra de agua en la probeta y verter después el contenido del frasco que contiene la solución reactiva. En unos segundos te indicará la dureza del agua analizada.

Por otro lado, el test de dureza del agua consiste en que introduzcas una tira en un vaso de agua del grifo y observes qué color aparece en ella. Luego sólo tendrás que compararlo con el código de colores del test para saber de qué tipo de agua se trata.
















Productos para tratar el agua


En aguas blandas y medias, las opciones más acertadas son las siguientes:


  • Jarra filtrante. Es muy práctica y está provista de un filtro que elimina el cloro y otros sedimentos. Además, lleva un indicador que te marcará cuándo debes cambiar los filtros.
  • Filtro en el caño del grifo. Puedes colocar este filtro en la salida del grifo para eliminar el sabor del cloro y la cal. Tiene una duración mínima de tres meses y puede conservarse hasta un año dependiendo de factores como la frecuencia de uso, el número de miembros que haya en la familia, etc.
  • Dispensador. Debes conectarlo a la salida de agua directamente y te proporcionará agua filtrada de forma continuada. Puedes utilizarlo para llenar vasos, pero también incorporan adaptador de botella.


Para el agua dura es recomendable la utilización de:

  • Sistema de ultra-filtración. Te será muy útil para un uso continuado. Se instala bajo el fregadero directamente en la toma de agua. Este producto filtra el agua en cuatro etapas mediante los cuatro cartuchos que lleva incorporados y que puedes sustituir cada seis meses. La membrana sólo tendrás que cambiarla una vez al año.
  • Sistema de ósmosis inversa. Es sin ninguna duda el más eficaz. Filtra en cinco o seis etapas y elimina todo tipo de suciedad, además de los olores, los metales y nitratos. No tendrás que preocuparte por cambiar los filtros hasta seis o doce meses del primer uso y la membrana cada uno o dos años, según se observe o no un empeoramiento en la calidad del agua.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Cambio habitación de bebé a infantil

En soshogar te damos unas idea para encontrar ese equilibrio entre lo que el niño quiere y el sentido común, para lograr que su cuarto sea cómodo y espacioso.
Lo ideal es tener en cuenta sus gustos y opiniones siempre que no atenten al sentido común. ¿Que no le gusta el verde clarito que habíamos pensado? Pues mostrémosle una gama de colores previamente seleccionada para que elija otro tono. Ya no es un bebé, y no tiene sentido volver a decorar su habitación sin contar con él. A esta edad los niños han desarrollado ya ciertas preferencias estéticas y, si bien pueden no ser definitivas, sí merecen nuestro respeto. ¿Qué hay que tener en cuenta?


cambio_habitacion_soshogar


El color

La naturaleza está llena de color: azules intensos, verdes fuertes y hasta la familia de los rojos pueden llenar de vida la estancia más aburrida, aunque es aconsejable que no predominen en el conjunto de la habitación para evitar un efecto demasiado agresivo.
Un fondo blanco o claro (busquemos que sean siempre lisos), combinado con pinceladas de color en muebles, ropa de cama o incluso en una de las paredes, dan alegría a cualquier habitación. Además, tiene la ventaja de que podremos cambiar el aspecto general de la habitación del niño sin demasiado esfuerzo, reciclando los colores cuando nos aburramos.

La iluminación

Varios puntos de luz a diferentes alturas dan calidez al ambiente y hacen un efecto muy bonito.
Lo ideal es contar con una lámpara de techo o un aplique en la pared a una altura prudente, para que el niño llegue a darle al interruptor, y otro punto de luz en la zona del escritorio.
Nunca estará de más una tercera lámpara o aplique junto a la cama, de manera que el niño pueda apagar y encender la luz en caso de que se despierte sobresaltado o quiera levantarse a hacer pis.

Suelos
El pavimento ideal es resistente, fácil de lavar, cálido y más o menos suave al tacto. El pvc cumple todos los requisitos.
En caso de no querer cambiar el suelo, también sirve una alfombra de algodón sobre la que el niño pueda jugar sin peligro de enfriarse. Por supuesto, tiene que ser lavable, no soltar pelo y hay que sustituirla cada cierto tiempo por una nueva.

Paredes

Para evitar que las manchas estropeen el aspecto de su cuarto, podemos cubrir las paredes con pintura plástica o papel lavable.
Otra buena idea consiste en colocar, hasta la altura del niño, más o menos, un gran zócalo de un material también lavable y que tenga un color algo más «sufrido». No necesita superar los 80 o 90 centímetros de alto y es una solución práctica y muy decorativa


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Mobiliario

Su colchón no debería ser demasiado rígido ni demasiado blando, para que su espalda no se resienta.
La almohada también tiene mucha importancia: si duerme con una, que sea lo más baja posible.
Una cama tipo «nido» puede resultar muy práctica (por si viene un amiguito a dormir) y apenas ocupa espacio en su habitación. Otra alternativa es contar con un puf-cama o con una cama plegable.
Los contenedores de gran tamaño, ligeros y con formas y colores divertidos son muy útiles para tener las cosas ordenadas. Los de ruedas pueden guardarse fácilmente bajo la cama.
Pongamos, además, estanterías y cajoneras a las que pueda llegar para que pueda guardar sus juguetes y cosas él solo.
Los armarios. Las puertas correderas ahorran espacio, pero el niño puede quedarse encerrado dentro.
Necesita espacio para jugar y moverse con libertad. Acumular juguetes, adornos, etc., no le ayuda. Hay que intentar prescindir de ellos lo máximo posible.

Ventanas
Conviene instalar topes que impidan que pueda abrirlas del todo. Además, procuremos que estén lejos de la cama. 

Puertas

El niño «ya es mayor», pero no tanto. Sigue siendo recomendable que su puerta no tenga pestillo ni nada similar para evitar que, sin querer, se cierre desde dentro.